El mercado del futuro de la movilidad eléctrica plantea, a la vez, nuevas exigencias a la prueba de estanqueidad de las baterías. Los conectores de prueba WEH® responden a este reto y ya han demostrado su valía como herramientas ideales para realizar pruebas de fugas eficientes y económicas.
La prueba de estanqueidad se utiliza como método para el aseguramiento de la calidad en muchas operaciones en la producción. Especialmente en la vigilancia de procesos de piezas fabricadas en serie han demostrado su eficacia en numerosos sectores industriales.
Los factores clave en la prueba de estanqueidad son la eficiencia, la calidad y la velocidad. Estos tres elementos básicos influyen directamente en un cuarto factor: los costes.
Con la movilidad eléctrica, los fabricantes de automóviles tienen que afrontar nuevos retos. Las baterías de alto voltaje se consideran componentes clave en este ámbito. Al mismo tiempo, el mercado de los bancos de prueba para baterías está creciendo con fuerza, dado que es necesario comprobar la estanqueidad de las baterías tanto durante su desarrollo y como al final de la producción.
También los conjuntos de baterías en vehículos eléctricos se tienen que comprobar para detectar fugas de refrigerante y verificar su estanqueidad frente a líquidos. Cada celda de batería debe estar protegida con seguridad frente a la penetración de humedad y aire. Los procedimientos de comprobación usuales para este fin son las pruebas con helio y de vacío.